domingo, 3 de octubre de 2010

natalia carrillo acosta

Cultura olmeca
El pueblo del jaguar
Hace más de 3000 años, entre 1200 y 400 a.C., en Mesoamérica ocurrieron el apogeo y la decadencia de la cultura olmeca, una de las grandes civilizaciones del México antiguo. Los olmecas, “los que habitan la tierra de hule”, fueron capaces de recoger y sintetizar las pautas culturales que por siglos se habían desarrollado en el área. Aun después de la caída de sus grandes centros, sus logros serían parte importante de la cultura mesoamericana.

Jaguar rampante. Tuxtla Chico,
Chiapas. Museo Regional.

Foto: Ignacio Guevara / Coordinación
Nacional de Museos y Exposiciones, INAH


Cultura madre
Entre las contribuciones que han llevado a considerar a la olmeca como la “cultura madre” de Mesoamérica se encuentran: los primeros edificios ceremoniales, construidos de acuerdo con un plan bien determinado; la estructura social, capaz de organizar grandes obras; el primer y bien definido estilo artístico, plasmado lo mismo en pequeños objetos que en colosales esculturas; el dominio de la talla de piedras de gran dureza; un ritual fundamental: el juego de pelota; así como el desarrollo de sistemas calendáricos y de escritura.
Máscara olmeca. Templo Mayor de Tenochtitlan. Museo del Templo Mayorr. Foto: M.A.P. / Raíces


Cronología
El término olmeca se utiliza para designar a una cultura arqueológica que tuvo su apogeo en el Preclásico Medio (1200-400 a.C.). El gran asentamiento olmeca más antiguo fue San Lorenzo, tras cuyo declive su lugar fue ocupado por La Venta, al que siguió Tres Zapotes. Las investigaciones recientes han demostrado que su desarrollo no se circunscribió a la llamada área nuclear y hasta han sugerido la posibilidad de que algunos aspectos característicos de lo olmeca hayan aparecido primero entre grupos de otras regiones, como Chiapas y Oaxaca.
Escultura olmeca. San José Mogote,
Oaxaca. Museo de Sitio.
Foto: Gerardo González Rul / Raíces


La zona metropolitana
Las húmedas tierras del sur de Veracruz y el oeste de Tabasco fueron el escenario en donde la cultura olmeca se expresó con mayor intensidad. La mayoría de la escultura monumental conocida –cabezas colosales, altares o tronos, estelas y otros monumentos esculpidos en piedra– fue encontrada en esa región. En un lapso de poco más de 800 años (entre 1200 y 400 a.C.), en este rico ambiente surgieron, se desarrollaron y finalmente decayeron los sitios olmecas más importantes que hoy en día se conocen, como San Lorenzo, Laguna de los Cerros, La Venta y Tres Zapotes. Aunque todavía no se conoce el número preciso de sitios arqueológicos del área, la densidad de población olmeca era bastante alta. La mayoría de las poblaciones se ubicaron en colinas bajas o mesetas, cerca de los ríos, lo que permitió el acceso inmediato a las fértiles tierras inundables.
Pectoral olmeca. La Encrucijada,
Tabasco. Museo Carlos Pellicer Cámara.
Foto: M.A.P. / Raíces




Cetro olmeca. Ojoshal, Cárdenas, Tabasco. Serpentina. Museo Carlos Pellicer Cámara.
Foto: M.A.P. / Raíces
La expansión
Una de las características fundamentales de la sociedad olmeca es que fue capaz de trascender la llamada área nuclear, situada en la costa del golfo de México, para conformar el primer complejo cultural de alcance mesoamericano. Si bien hay diversas interpretaciones sobre las causas que dieron lugar a la distribución mesoamericana de la cultura olmeca, tal vez ésta fue producto de una amplia red de relaciones que incluía tanto contactos políticos entre las elites como el intercambio de una amplia gama de productos. Es posible que productos de las costas, como conchas marinas, plumas de aves tropicales, algodón y cacao, fueran intercambiados por serpentina, jade, obsidiana y otras rocas y minerales, todas materias primas utilizadas en la elaboración de bienes de prestigio. A la larga, tras una primera etapa de dispersión de elementos olmecas –como consecuencia del intercambio de bienes y materias primas–, se dio un proceso de establecimiento de enclaves para asegurar su adecuado flujo hacia la zona nuclear.


Una sociedad compleja
La olmeca fue una sociedad en la que la organización política y la cosmología alcanzaron una elaboración sin paralelo hasta entonces. El estilo olmeca se distingue por una serie de motivos simbólicos y otros rasgos estilísticos que, en su gran mayoría, reflejan la existencia de una organización política en la que el elemento central era la legitimación del gobierno por medio de su pertenencia al ámbito de lo divino.

Altar 4. La Venta, Tabasco. Parque-
Museo La Venta, Villahermosa, Tabasco.
Foto: M.A.P. / Raíces


La escultura monumental
Es tal la cantidad de escultura monumental en el área del golfo, que se puede señalar que allí se originó esa práctica cultural. Hacia 900 a.C. era una tradición que se había extendido hacia otras áreas, en las que existían ejemplos de escultura monumental. Las llamadas cabezas colosales parecen ser exclusivas de la zona nuclear. Estos grandes monolitos, de los que se conocen 17, representaban a gobernantes con el suficiente poder para legitimar de modo tan espectacular su poder y proclamar su rango.
Monumento A. Tres Zapotes, Veracruz.
Museo Comunitario de Tres Zapotes.

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