La estructura política y administrativa de los Tayrona no está bien conocida, pero las investigaciones han concluido que mezclaba aspectos federales con otros centralistas. Cada ciudad grande (unos 1000 habitantes) generalmente contaba con un cacique, figura más bien administrativa con pocas atribuciones divinas, a diferencia del resto de culturas de la América Prehispánica, que semi-deificaban a los líderes de las tribus o ciudades. El cacique cumplía dentro de los límites de su ciudad funciones ceremoniales, ejecutivas, y judiciales.
La institución más respetada e incluso venerada era la formada por los sacerdotes; a pesar de carecer de autoridad ejecutiva, influían notablemente en las decisiones de los consejos y regían la vida de los habitantes bajo los preceptos de los dioses. Como los españoles creyeron ver en la religión de los tayronas el culto al diablo, los naomas o sacerdotes fueron perseguidos duramente y los templos incendiados.
También había especialistas en distintos oficios, como agricultores, artesanos y mercaderes, que formaban el motor de la economía.
Otro gran grupo de ciudadanos era el de los manicatos o guerreros, que estaban encargados de mantener la paz entre los tayronas y de defenderlos de las posibles agresiones de otras tribus. Se destacaban por su fiereza y ocupaban una posición social elevada.
En último lugar se encontraban los esclavos..
Prácticas culturales y sociales
En la época de la conquista, los tayronas tenían diferentes prácticas culturales que otras poblaciones americanas. Las fuentes etnográficas destacan la existencia del divorcio y la aceptación de la homosexualidad, lo que los diferenciaba de sus conquistadores católicos. Sin embargo, es posible que las referencias a la homosexualidad sean consecuencia de una interpretación errónea de prácticas religiosas. La religión de los tayrona, y en cierto grado la de los modernos kogui, separa mucho a varones y mujeres en la vida diaria. Las descripciones sobre la homosexualidad de los tayronas probablemente fueron una tentativa del mando católico de suprimir la casa masculina de reunión, que era un lugar permanente de intensa actividad religiosa, a igual que entre sus descendientes koguis. Muchos de los hombres adultos están implicados en rituales que duran días y que consisten a veces sobre todo en deliberaciones, consumo de coca y meditación.
- Economía
[editar] Obras públicas
Dentro del territorio tayrona todos los pueblos y ciudades estaban comunicados por una red de caminos de piedra, que se extendía desde las laderas bajas hasta los parajes más alejados de la Sierra Nevada. Sus viviendas tenían forma circular, construidas generalmente sobre terrazas de piedra; no tenían ventanas, los techos eran de palma de montaña. Los muros eran de adobe y piedras pequeñas, y estaban pintados con cal y agua, aunque a veces se hacían de paja en las ciudades más cercanas al agua.En la construcción de las ciudades primero se hacían las terrazas que proporcionaban los árboles y la madera; luego estas terrazas se usaban para las labores agrícolas y para construir las viviendas. Se hacían canalizaciones para llevar el agua de montaña a las viviendas; Tanto las canalizaciones como las ciudades y las terrazas de cultivo fueron diseñadas de forma tal que evitaba la erosión.
El tamaño de cada vivienda indicaba la importancia del morador. Había también edificios especiales, como almacenes y templos.
Uno de las aldeas más conocidas y de los sitios arqueológicos tayronas se conoce como Ciudad Perdida. Era una ciudad importante, con cerca de 13 hectáreas, y los estudios demográficos recientes sugieren que estaba habitado por entre 1.500 a 2.400 personas que vivían en por lo menos 11.700 metros cuadrados en 184 casas redondas construidas en terrazas pavimentadas con piedra. Hay muchos otros sitios de tamaño similar o mayor.
Un lugar más grande, Pueblito está situado cerca de la costa, en el Parque Nacional Natural Tayrona, Según la investigación de Reichel Dolmatoff, contiene por lo menos 254 terrazas y tenía una población de cerca de 3.000 personas. Los estudios arqueológicos regionales demuestran que también había aldeas grandes en la ladera occidental de la sierra Nevada de Santa Marta, como Antigua y Posiguieca. Actualmente es posible acceder a pueblito desde el Parque Tayrona, en el que existe una playa llamada la piscina, una pequeña bahía con una hilera de piedras de gran tamaño que servían como trampa para peces, por lo que los tayronas venían aquí a pescar, no existe la certeza de como llegaron estas rocas, si es natural o los nativos las traían. En la Sierra Nevada de Santa Marta hay también varios sitios de pinturas rupestres y petroglifos. Entre estos se destaca la piedra de Donama, enigmatica roca tallada que, por algunos investigadores, es un código de la naturaleza.
Orfebrería
En el área de la orfebrería los tayronas tenían un papel principal, pues desarrollaron bastante técnicas como:
- la cera perdida, que consistía en hacer moldes de barro rodeando una figura de cera, que se derretía después de calentar el empaque de barro. Luego de sacar la cera derretida, el orfebre vertía el oro líquido en el espacio dejado por la figura de cera, posteriormente esperaba a que se solidificara y rompía el molde para sacar la figura deseada.
- la tumbaga, una aleación de cobre y oro que permitía ahorrar recursos y derretir más fácilmente el oro.
- tratamientos para mejorar la calidad del oro, como calentarlo hasta la oxidación del cobre y luego sumergirlo en agua helada para conseguir una pátina permanente de oro y evitar que la pieza se cuartease. Finalmente el proceso terminaba con el lijado de la pieza hasta que llegara a la perfección.
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