jueves, 4 de noviembre de 2010

DIEGO FERNANDO RODRIGUEZ, SANTIAGO ACOSTA, DANIEL FELIPE CASTELLANOS, JUAN CARLOS GONZALES Y JHON HECTTOR URIBE

PERIODO NAHUANGE TAIRONA

Pectoral TayronaLas primeras comunidades de orfebres, agricultores y pescadores que habitaron las costas de las vertientes norte y occidental de la Sierra Nevada de Santa Marta explotaban diversos recursos del mar, la playa, las ciénagas, ríos y montes aledaños, además de cultivar maíz y otros productos. Desde 200 d.C. fueron expertos orfebres y hábiles artesanos de la talla de conchas y piedras semipreciosas.

En recipientes cerámicos y en colgantes o pectorales de concha, piedra o metal, representaron de forma realista mujeres, aves y felinos. Las ranas y los lagartos repujados en láminas de metal muestran cierta esquematización.

La escena de señores principales o héroes míticos llevados en andas por personajes auxiliares fue plasmada en diversos pectorales. Personajes adornados con pectorales de aves y penachos se relacionan con el sol y con serpientes de dos cabezas que los sostienen.

En la orfebrería Nahuange sobresalen las piezas martilladas en aleación de cobre y oro, denominada tumbaga. Tienen superficies muy pulidas, muchas de llamativas tonalidades rojizas. Puntos, círculos, triángulos, animales esquemáticos y serpientes de dos cabezas se combinan en motivos decorativos que adornan narigueras y pectorales emblemáticos.

Pectoral Oro TaironaEn excavaciones arqueológicas realizadas por Alden Mason en 1922 en la bahía de Nahuange se halló una sepultura construida con lajas de piedra que fue importante para definir el estilo de orfebrería Nahuange. La tumba incluía objetos similares a los expuestos en la reconstrucción museográfica realizada en el Museo del Oro, y que hoy se preservan en el museo Field de Chicago. Uno de los colgantes metálicos de la tumba, una figura femenina, contenía carbón que fue fechado en 310 d.C. Gracias a que un profesional registró cuidadosamente esta asociación de objetos de orfebrería, cerámica, piedra y concha, los arqueólogos pudieron identificar el tipo de adornos y utensilios usados durante el período al que denominaron con el nombre de la bahía.

Hacia el año 900 d.C. la forma de vida del período Nahuange cambia y se da inicio a lo que se denomina período Tairona.


PERIODO TAIRONA - CULTURA TAIRONA

Collar de piedra TayronaEn los afilados contrafuertes y los valles profundos cubiertos de bosque de la esquina noroccidental de la Sierra Nevada, la gente del período Tairona levantó ciudades sobre cimientos de piedra, caminos enlozados y drenajes. En terrazas de cultivo escalonadas cultivaron maíz, yuca y aguacate. Una orfebrería recargada en adornos distinguía a los caciques, dotados de poder político y religioso. Colgantes y pectorales en forma de aves con alas desplegadas demuestran la continuidad de algunas ideas del pensamiento simbólico de estas sociedades desde el período Nahuange hasta la Conquista.

Los taironas resistieron la Conquista con guerras que duraron más de 75 años. Varios cronistas españoles los conocieron y escribieron maravillados relatos y descripciones. Fray Pedro de Aguado relató en 1573:

“Traen sus personas muy adornadas con piezas y joyas de oro. Los varones traen orejeras y caricuríes puestos en las narices y grandes chagualas en los pechos. Al cuello muchos géneros de cuentas… Las mujeres casi traen las propias joyas que los varones”.

En 1514 el cronista Gonzalo Fernández de Oviedo escribía asimismo que los indígenas de Santa Marta … “tenían joyas de oro, penachos de pluma y mantas con muchas pinturas entretejidas, y en ellas muchas piedras cornalinas, … esmeraldas y casidonias y jaspes y otras”.

Durante el período Tairona los destinos de la comunidad eran regidos por una poderosa élite de chamanes que decían tener control sobre las fuerzas esenciales de la naturaleza, el ordenamiento del cosmos y las acciones humanas. Eran los encargados de velar por el bienestar material y espiritual de la comunidad. En múltiples objetos se los ve representados en el trance de la transformación, como en la emblemática figura del hombre-murciélago, señor de la noche y el inframundo.

Aretes TayronasLa figura del hombre transformado en murciélago puede verse en pectorales, colgantes y campanas metálicas, en remates de bastón tallados en hueso y en objetos de cerámica. Pero también se encuentran en las tumbas de los personajes importantes del período Tairona los atuendos que les servían para simbolizar esta transformación. Los adornos de sus viseras metálicas aludían a las membranas internas o tragus de la oreja del animal; las narigueras cilíndricas levantaban la nariz como la hoja nasal de algunas especies y los adornos sublabiales imitaban las carnosidades de su labio inferior.

Durante el ritual se recreaba la historia mítica de la sociedad. En un ambiente especial, y gracias a las sustancias enteógenas, los participantes se transformaban en los ancestros míticos para mediar por el equilibrio del universo. En ceremonias de ofrenda o pagamento fueron depositadas piedras talladas y otros objetos dentro de templos, viviendas, caminos, cultivos o lagunas, con propósitos de fertilidad y curación de enfermedades o para obtener protección para la familia y la comunidad.

Los grupos tardíos de la Sierra Nevada, de lengua chibcha, tenían conceptos y creencias comunes con otras sociedades de la misma familia lingüística. Con los habitantes de la Cordillera Oriental compartieron el símbolo e ideología del ave con alas desplegadas y el sentido de las ofrendas.

CONQUISTA CULTURA TAIRONA

Los tairona fueron los primeros habitantes del territorio colombiano que sufrieron la trágica presión de la conquista española. Fue don Rodrigo de Bastidas, fundador de Santa Marta y descubridor de la desembocadura del río Magdalena, quien emprendió primero la conquista de los tairona, según la Recopilación historial de fray Pedro de Aguado.

Bastidas con la mitad de la gente española que había en Santa Marta, metiéndose tierra adentro por los pueblos de los indígenas, los cuales le recibieron en PAZ y le dieron presentes de las riquezas que tenían en cantidad de 18.000 pesos de oro fino.

Después, García de Lerma y el teniente Palomino salieron a pacificar algunas provincias de los indios. Como pueblos situados en la misma costa que recibía las naves de España, los taironas fueron sometidos a la servidumbre y rápidamente desapareció su cultura en la región limítrofe con los conquistadores para refugiarse en las cumbres de la Sierra.

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